1. Gastar dinero en una inspección adecuada le brinda tranquilidad a largo plazo.

2. La inspección previa a la compra también se puede utilizar para fines de seguros o para generar una lista de trabajo útil.

3. Independientemente del tipo de inspección que necesite, vaya siempre a una organización profesional.

4. Siempre haga preguntas sobre un inspector/surveyor determinado y busque un especialista con amplia experiencia en el tipo de embarcación que está considerando.

5. Pregunte por los precios (y los términos y condiciones) para realizar una inspección.

6. Cuando reciba el informe de su inspección, asegúrese de comprenderlo. Si no es así, póngase en contacto con el inspector/surveyor y averigüe lo que necesita saber. Después de todo, le está pagando (a menudo bastante bien) por sus servicios.

7. El informe es solo para usted y no para el vendedor. Ha pagado por él y su contenido a menudo puede ser su munición para negociar un mejor trato o para alejarse de un barco que resulta tener problemas importantes.

8. De manera similar, asegúrese siempre de que un inspector/surveyor marino sea independiente y pregunte (en clubes náuticos o foros en línea) testimonios de clientes anteriores.

Si bien muchos barcos no son más caros que un automóvil usado, o nuevo y prestigioso, es importante reconocer que hay una diferencia significativa en el proceso de compra. Por lo general, un automóvil usado se compra a un concesionario propietario del vehículo y, por lo tanto, debe cumplir con la legislación sobre venta de bienes, y a menudo también ofrecerá una garantía. Sin embargo, todas las ventas de embarcaciones, excepto un pequeño porcentaje, se realizan entre dos personas privadas donde se ofrece una protección legal mínima al comprador, incluso si las negociaciones se llevan a cabo a través de un broker.

Una inspección también es importante al comprar un barco de bajo valor, como medida de protección contra la compra de un barco que parece ser una ganga, pero que en realidad necesita costosos trabajos de reparación. ¿Tiene un barco barato una buena relación calidad-precio? En muchos casos, el costo de este trabajo puede exceder significativamente el valor de mercado de la embarcación reparada.

Si la inspección descubre algún problema, le permite modificar el precio de venta, hacer el trabajo antes de finalizar el trato o retirarse por completo. Y si resulta positivo, eso no solo te da tranquilidad, sino que también debería darte una lista detallada de las áreas en las que se puede mejorar el barco, ya sea a corto plazo o cuando haya tiempo y fondos disponibles. Y, por último, si necesita financiación para ayudar a comprar el barco (o, de hecho, un seguro de barco para ayudar a mantener segura su inversión), un informe de estado puede ser un activo muy útil.

Incluso si un barco de segunda mano parece haber estado en buen estado y poco usado, puede tener defectos estructurales ocultos que afectarán tanto el valor del barco como su navegabilidad. Del mismo modo, no se recomienda comprar un barco nuevo sin obtener una inspección para asegurarse de que no hay problemas importantes obvios y para ayudar a definir la lista de elementos que se deben clasificar. En cualquier caso, muchos barcos aparentemente nuevos se han utilizado como unidades de muestra en ferias y, por lo tanto, pueden haber estado sujetos a varadas, golpes u otros daños.

También hay ocasiones en las que una compañía de seguros, o un proveedor de hipotecas marítimas, requerirá un reconocimiento para poder cuantificar su riesgo. Por último, después de un incidente como una colisión que resulta en daños, o una fuerte conexión a tierra, a menudo se encargará a un inspector/surveyor para evaluar el daño y recomendar un programa de reparación.

A diferencia de la ITV para vehículos de carretera, no existe ningún requisito legal para que se inspeccione un yate británico registrado de propiedad y operación privada de menos de 24 metros. Sin embargo, hay una serie de situaciones que pueden desencadenar la necesidad de una inspección, la más común de las cuales, como ya se mencionó, es un cambio de propiedad. En el caso de los buques más antiguos, generalmente los de más de 20 años, las compañías de seguros tienden a ser reacias a brindar una cobertura integral a menos que el barco haya sido inspeccionado en los últimos tres a cinco años.

Las inspecciones no se limitan a barcos grandes, valiosos o usados. No hay un valor o tamaño mínimo porque la compra de un barco generalmente refleja más o menos la misma proporción de los ingresos de una persona.

Cualquier barco necesita una inspección, también aquél que vaya a ser vendido a otro armador. Piense que va a invertir una buena cantidad de dinero, y no se puede equivocar.

Del mismo modo, tanto los barcos nuevos como los usados ​​requieren inspecciones. Los constructores no solo pueden cometer errores, sino que algunos barcos nuevos pueden haber estado en el agua o junto al agua durante meses o incluso años, mientras esperan a que un comprador dé el paso.

Hay muchos tipos de inspecciones, entre ellas una inspección de seguros (en nombre de una aseguradora que desea evaluar los riesgos de una cobertura potencial) y una inspección de finanzas (en nombre de un prestamista que desea evaluar la condición y el valor de un barco). Si desea reubicar un barco, también puede encargar una inspección previa y posterior al transporte para asegurarse de que su barco llegue a su destino en perfectas condiciones.

La más completa es una inspección de condición completa ó informe de estado, que también se puede llamar inspección previa a la compra. Esto considerará tantos aspectos de la embarcación como sea posible, desde la integridad estructural y la seguridad de los sistemas, hasta los detalles cosméticos. Esto está diseñado para identificar los puntos buenos y malos de una embarcación, brindándole al cliente (usted) una muy buena idea de cualquier problema que deba corregirse, y hasta qué punto deben reflejarse en el precio de compra.

Naturalmente, diferentes barcos requieren diferentes áreas de consideración. Pero todos los reconocimientos deberían incluir una evaluación de los componentes críticos, incluido el casco, el equipo propulsor y el estado de todos los aparejos mecánicos. Tienden a involucrar un enfoque de abajo hacia arriba para juzgar si un bote es básicamente sólido y, para ese fin, abarcarán una inspección del casco y el espejo de popa (idealmente fuera del agua) en busca de grietas, ósmosis y daños por impacto. También incluirán una inspección del motor y la unidad para ayudar a revelar cualquier problema con los montajes, ejes, fugas de aceite o conexiones. Y también debe realizarse una inspección de los sistemas de control críticos, la cubierta, los accesorios, las comunicaciones y el equipo de seguridad.

Sin embargo, es probable que una inspección básica sea bastante no intrusiva, por lo que si necesita un mayor grado de detalle, discuta esto con el inspector/surveyor y el vendedor antes de organizar la fecha. Suponiendo que puede pagar la tarifa adicional y que el vendedor está contento con que la inspección se vuelva más intrusiva, una inspección realmente puede ser tan profunda como necesite.

Hay dos razones para no confiar en una inspección que ya se ha realizado:

En primer lugar, una inspección sólo puede reflejar el estado del barco el día en que se llevó a cabo. Es posible que el barco, por ejemplo, haya tenido una fuerte varada al día siguiente que, por supuesto, no se reflejará en el informe.

En segundo lugar, al no haber sido Ud. quien encargó el informe, no puede saber si el informe ha sido realizado de una forma objetiva e imparcial. Debe confiar en la fuente y asegurarse que el inspector revisa todos los campos con imparcialidad y de una manera profesional.

Su inspección incluirá recomendaciones, indicando qué áreas necesitan atención o es probable que necesiten atención. Estas recomendaciones tienden a dividirse en tres categorías distintas. Si se descubren defectos graves, estos deben ser atendidos antes de volver a utilizar la embarcación; estos pueden cubrir una amplia variedad de problemas, desde defectos estructurales que requieren una reconstrucción importante de un área del casco hasta barandillas o montantes dañados que los hacen inseguros. pero podría rectificarse con solo 100€ de materiales y medio día de tiempo.

Muchas recomendaciones encajarán en una categoría intermedia en la que el trabajo se puede realizar en una fecha posterior, junto con otras tareas de mantenimiento programadas. En la mayoría de los casos, esto sería al final de la temporada, en preparación para el relanzamiento el año siguiente. También pueden existir defectos de carácter menos importante, que se anotan en el informe pero que no es imprescindible atender si son de carácter cosmético.

Un inspector/surveyor también puede identificar indicadores tempranos de un problema como la ósmosis que deben ser monitoreados durante un período de tiempo más largo, pero que pueden no requerir reparaciones inmediatas.

Hay varios aspectos en la elección de un surveyor. En primer lugar, deben estar calificados y tener experiencia en inspeccionar el tamaño, el estilo y la construcción de la embarcación que está mirando. También necesita saber que producirán un informe claro en el que las recomendaciones se entiendan fácilmente.

Un inspector/surveyor de renombre será miembro de un organismo profesional, como el Colegio de Oficiales de la Marina Mercante o La Facultad de Náutica de cualquier Universidad, y tendrá las calificaciones adecuadas. Estas organizaciones suelen calificar a sus miembros ex alumni y ofrecen buena formación. A menudo pueden ser el mejor lugar para comenzar a buscar en ausencia de una recomendación personal.

También puede ayudar ver copias de informes anteriores de embarcaciones más o menos similares, con el nombre y la clase de la embarcación eliminados si corresponde. Lo que está buscando aquí es la claridad del informe y las recomendaciones; lo ideal es que el lector no tenga dudas sobre cuál debería ser el próximo curso de acción.

Si compra un barco en el extranjero, a menudo tiene sentido hablar con un inspector/surveyor de su país de orígen, mejor que del país donde se encuentra el barco. Para empezar, esto significará que no debe haber malentendidos debido a las barreras del idioma.

Incluso con un informe de estado completo, es probable que haya aspectos del buque que el inspector/surveyor no pueda inspeccionar. Por lo tanto, el inspector debe describir el alcance o la limitación de la inspección que se ha realizado. Un inspector/surveyor no podrá acceder a nada que no sea fácilmente visible; por ejemplo, levantará las tablas del suelo que no estén atornilladas para inspeccionar el área de la sentina, pero no desatornillará los paneles del revestimiento del plan, mamparos o baño. Sin embargo, si el propietario, o el representante de un propietario, está disponible, es posible que pueda hacer esto para darle acceso al inspector/surveyor a áreas que de otro modo serían inaccesibles.

Puede esperar que se lleve a cabo una inspección del aparejo de los yates de vela al nivel de la cubierta, pero el inspector/surveyor no se subirá al mástil para realizar una verificación detallada. Del mismo modo, también puede esperar una breve inspección externa del motor y otra maquinaria.

Muy a menudo, un inspector/surveyor recomendará que un experto en el área relevante examine los elementos específicos de un barco, como la maquinaria o el aparejo de un yate de vela, en detalle. Se puede contratar a un experto para que proporcione un informe detallado de la plataforma y el equipo de cubierta, mientras que el informe de un mecánico sobre el motor, incluido un análisis de muestra de aceite, dará una buena indicación del estado de la unidad y el nivel de mantenimiento histórico. Esto es particularmente valioso para los yates a motor en los que el costo de reemplazo o revisión del motor puede ser significativo en comparación con el valor excesivo del barco.

Los métodos de prueba no destructivos, como el ultrasonido, se han utilizado durante mucho tiempo para determinar el espesor restante de los cascos de acero y ahora se utilizan cada vez más para permitir a los inspector/surveyors obtener una idea de la estructura de materiales compuestos como la fibra de vidrio y formas de construcción más exóticas. En particular, el ultrasonido puede detectar huecos dentro de una moldura y áreas que no se humedecen adecuadamente con resina, mientras que en el pasado esto solo se podía probar tomando muestras de núcleos al azar, es decir, perforando agujeros en el bote. Ésto, sin embargo se suele tarificar a parte.

La compra de una embarcación defectuosa puede resultar en una serie de consecuencias terribles, desde la pérdida de la embarcación o lesiones a terceros, hasta daños a la propiedad o incluso la pérdida de vidas. Pero una inspección previa a la compra no es una oportunidad para que usted se lave las manos de responsabilidad y obtenga un experto para tomar su decisión de compra. Es simplemente un informe sobre el estado de un barco en un momento determinado (y con el grado de acceso físico que permita el vendedor).

Un buen inspector/surveyor puede aconsejarle sobre lo que requiere atención, para que pueda elegir mejor el barco correcto al precio correcto y hacerlo desde una posición de relativa seguridad y conocimiento. Solo asegúrese de elegir un inspector/surveyor profesional bien considerado con experiencia relevante.

Contratar un inspector, sin embargo, no significa contratar una garantía ante las reparaciones del barco

Se espera que el comprador de un yate usado pague todo lo relacionado con la inspección. Esto incluye la varada a tierra para una inspección y la botadura si es necesario, o en el caso de un barco que ya está en tierra, la botadura para una prueba en el mar.

En cuanto a la prueba de mar, si bien esto normalmente no es parte de una inspección regular, el contrato para la compra de un yate usado frecuentemente permite pruebas en el mar que se realicen. Es importante tener en cuenta que esta no es una oportunidad para comprobar si una embarcación en particular es de su agrado, no es el equivalente a conducir una prueba de manejo de un automóvil nuevo. En cambio, la prueba de mar es una oportunidad para confirmar que todos los aparejos y equipos del barco funcionan correctamente. El surveyor, sin embargo, no hará de patrón sinó que es el comprador quiéh ha de proporcionar uno para la navegación.